lunes, 21 de diciembre de 2015

Hitchcock y el montaje

Bueno, estas semanas me voy a buscar unos ayudantes para que me echen una mano mientras me como unos langostinos. Hitchcock nos explica lo que es el montaje y lo hace de una manera sencillísima y súper didáctica.



Ahí está, Hitchcock nos muestra que en la sala de montaje se pueden crear (y cambiar) las ideas, se hace la película.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Hitchcock y el plano cenital II

Hoy vamos a ver un pequeño trozo de topaz (Alfred Hitchcock, 1969). Nos vamos a centrar en los personajes de Rico Parra que es un militar cubano y Juanita de Córdoba, que es la viuda de un revolucionario y espía en sus ratos libres. A Juanita le han pillado y Rico le va a decir cuatro palabritas.


Pues con el plano cenital, el bueno de Hitch compone una metáfora visual. Si su caída la viésemos desde cualquier otro lado no entenderíamos lo que el director pretende con su falda: que la veamos como la sangre de ella derramándose sobre el suelo.

lunes, 7 de diciembre de 2015

El apartamento, atrezzo.

Hoy vamos con El apartamento (Billy Wilder, 1960). En ella Jack Lemmon se ve obligado a prestar su apartamento para que sus jefes se beneficien allí a las que no son sus mujeres. Jack se enamora de Shirley Mcleane, que es la no mujer de su jefe jefazo. Ella por mal de amores se intenta suicidar. No lo consigue y pasa el domingo con él en su apartamento. Al bueno de Jack, le gusta esta chica.


¿Con una raqueta? ¿Por qué no?

 
Pues resulta que tenía razón y como dice ella, qué bien maneja la raqueta.

Ya tirando al final, Jack va a abandonar el piso y está recogiendo las cosas.



Y para que a nuestro prota se le remuevan las tripas, Wilder le da un nuevo uso a la raqueta, ya no es para echarse risas con ella. Ahora la raqueta (gracias al espagueti) sirve para que sepamos que él se acuerda de ella. Dar varios usos al atrezzo es enriquecer la función dramática que tienen en la película. Y sobre todo, despojar a los objetos de su uso y darles uno nuevo es tremendamente estimulante para el espectador, pues, como en este caso, le permite entender nuevos usos que no tienen que ver con jugar a tenis. Gracias a la raqueta (y al espagueti de la cena que compartieron), Jack se da cuenta de que quiere estar con ella.